Trebede, Mensual Aragones de Analisis, Opinion y Cultura

No. 69, noviembre de 2002

Miguel Santolaria

Fotos: Jan van Eden

EI pintor holandés Jan van Eden está fuertemente vinculado a Aragón. Curiosamente, su desarrollo se relaciona también con Huesca. Esto empezó mucho antes de que conociera esta ciudad.

Jan van Eden tenía 18 años cuando empezó a crear lo que ha resultado ser una obra extensa con el paso de los años. Con su carácter independiente, el artista decidió desde un principio no seguir las pautas establecidas por las academias de arte e insistió en descubrir su forma y técnica de expresión. Sentía el arte como algo intimo y, durante muchos anos, desarrolló sus propios métodos de expresión sin darlos a conocer. Este desarrollo artístico lo combinó con sus estudios universitarios. La geologia, si bien no le compensaba emocionalmente, sin duda le proporcionó una actividad interesante y remuneradora en varios paises y continentes.

 Estudió Matemáticas y Ciencias Naturales en Groningen y Geologia y Geofísica en Leiden. Desde 1962 hasta 1967, y bajo el auspicio de la Universidad Estatal de Leiden, hizo trabajos de geologia en Galicia, Asturias y los Pirineos aragoneses. Este fue el comienzo de una estrecha relación con Huesca y su provin­cia. Desde el principio se sintió acogido por sus muchos amigos e impresionado por su hospitalidad. Poco a poco Aragón fue entrando en su corazón. En 1964, conoce a Pepa Santolaria que, afïos más tarde, se convertiría en su pareja.

A final de 1967 dejó Europa para realizar trabajos de investigación y exploración como geólogo en África Central. En el ano 1969 se casa con Pepa Santolaria quien se desplaza a Zambia para celebrar allí la ceremonia. Jan van Eden sigue un recorrido por países que van marcando su vida. La Äfrica del Sur del apartheid, la América Latina de la represión y los desaparecidos, el Próximo Oriente del petróleo. EI pintor van Eden va adquiriendo una visión real del mundo y lo mira con ojos atentos e inquisitivos, dando expresión en sus pinturas a estas vivencias. La huella de estas vivencias se refleja claramente en el cárácter tan personal de su obra pictórica. Su primera aparición en publico (1972) fue una exposición individual en la galería De Sfinx, de Amsterdam, en la que dio una muestra de sus primeros trabajos expresionistas ejecutados en Zambia. Después de un largo periodo en el que combinó la geologia con el arte, en 1985 decidió dejar la ciencia y dedicarse enteramente a la pintura. Desde entonces trabaja en sus estudios de Amsterdam y Sabayés (Huesca). Dentro de lo puramente artístico, los vínculos que unen a Jan van Eden con Huesca son el resultado de la gran influencia que el pintor oscense Antonio Saura tuvo en el desarrollo de su obra y que marcó intensamente su estilo.

Por aquel entonces la obra de Antonio Saura era poco reconocida en Espana. Sin embargo, los dibujos de la exposición de Saura en el Stedelijke Museum de Amsterdam impactaron fuertemente e influyeron decisivamente en el, entonces, joven pintor van Eden. Junto a la exposición de sus trabajos, Saura pro­porcionó toda clase de apuntes y comentarios que acentuaban aun más el mensaje que sobradamente transmitían sus dibujos. En ellos, Antonio Saura se rebelaba contra la situación politica de la Espana de aquella época. Su postura y su referencia a los temas sociales eran directas y daban una visión clara y criti­ca de la realidad de nuestra sociedad.

Las ideas de Jan van Eden coincidían plenamente con las de Saura, quien fue para él fuente de inspira­ción y estímulo para plasmar, sin rodeos ni tapujos, su visión del mundo y de la sociedad. En los años sesenta había en Holanda una gran inquietud social. Los estudiantes vivían en una constante efervescencia y rebelión. La guerra de Vietnam fue motivo de una oleada de manifestaciones por la libertad y la paz. Algunas obras fechadas en ese tiempo reflejan claramente la importante y duradera influencia de Saura en su estilo como medio para reflejar el momento político que se vivía en el mundo.

Gracias al trabajo de Saura descubrió también las posibilidades de expresión de dibujo a tinta y del collage. Estos dibujos, que recuerdan al trabajo de Saura, forman la base de la obra de Jan van Eden.

El autodidactismo

Es, quizás, apropiado recordar que muchas obras geniales han sido creadas por autodidactas, artistas que han surgido fuera del ambiente académico, como Cézanne, Roussseau (Le Douanier), Gauguin, Van Gogh o Francis Bacon.

Holanda es un pais Ilano y los holandeses son un pueblo muy racional y pragmático, nada quijotescos, muy directos y, tal vez, poco diplomáticos. Eso ocurre también con la obra de Jan van Eden, es una con­frontación directa con la realidad de nuestro mundo. Obsesionado con las relaciones humanas, desde los años sesenta pinta sólo personas. No usa la figura humana como símbolo de valores abstractos, sino que intenta entrar en la sicología de las personas. Pinta retratos para profundizar en su conocimiento de los seres humanos y conocer mejor el mundo. Coloca sus personajes en el centro del lienzo mientras que el entorno queda en un segundo plano.

En los anos sesenta su estilo se caracteriza por un expresionismo crudo que pretende reflejar su afirma­ción personal, su protesta contra la injusticia, contra la represión, en suma, contra toda falsa moralidad. Principalmente plasma personajes relevantes que componen nuestra sociedad: el demagogo, el ciérigo autoindulgente, la burocracia autocrática, las prostitutas gesticulantes, los negociadores, los generales de la guerra de Vietnam, los médicos charlatanes, los politicos y, por ultimo, el enterrador. Como en un teatro de marionetas sus caracteres reflejan la época de los sesenta.

En su obra se pueden distinguir claramente varios periodos, los cuales coinciden grosso modo con los sucesivos decenios. En los anos sesenta se caracterizaba por el uso de pintura al óleo sobre papel, mostrando figuras individuales de carácter satírico, cuya temática tiene un fondo de rebelión y protesta social. En los anos setenta muestra una busqueda de contexto, de ahí que la figura aparezca en un espacio interior estructurado. En los ochenta se enfrenta a temas más complejos, de los que son buen ejemplo sus trípticos sobre la arrogancia del poder. En los noventa su obra presenta un claro contraste entre dos temas muy amplios, "Metrópolis", que muestra la dinámica de nuestra civilización y "Paraíso Perdido", que hacer referencia a la problemática medioambiental y a la extinción de especies animales. En la serie de Metrópolis muestra la figura humana en tensión, dividida entre su origen natural y su situación actual. Alrededor del principio del nuevo milenio hay una ruptura radical en el desarrollo de su obra, las figuras aparecen más realistas y hay un mayor énfasis en el color.

La obra de Jan van Eden puede entenderse como una reflexión sobre la condición humana en temas sociales y políticos que, en su dia, fueron actuales. Durante un periodo de más de 40 anos busca y adapta su estilo continuamente, usando las técnicas como herramientas de expresividad, con el fin de transmitir su mensaje de una manera convincente. En las obras en las que ese compromiso es más notable, como es natural, su trabajo puede perder universalidad. Algunas de sus obras podrían datarse por sus temas y algunos temas han pasado a pertenecer a la historia pero la expresión, Ilena de fuerza, no ha perdido ni un ápice de su poder.

En la exposición de la Diputación Provincial de Huesca mostrará un resumen del desarrollo de su obra, tanto en el dibujo como en la pintura. Estarán presentes muchas de las pinturas que han sido puntos clave, desde los principios expresionistas de los años rebeldes del sesenta hasta las obras más recientes que captan la decadencia del nuevo milenio.

Diputación de Huesca

Exposicion Anthologica -  15 noviembre   8 diciembre 2002